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Modernizaciones de almacenes
automáticos
En la década de los 90 se ponen en marcha las primeras instalaciones automatizadas de almacenaje, desde entonces la implantación de almacenes automatizados en la Península Ibérica crece exponencialmente. A día de hoy en España el parque de almacenes automáticos supera el millar.
En el momento en el que una instalación se pone en servicio ésta queda sujeta a constantes cambios de carácter general como los siguientes:
Obsolescencia componentes ➔ Recambios.
Nuevos requerimientos operacionales ➔ Adaptaciones del sistema.
Adaptaciones físicas.
Adaptaciones de SGA, PLC.
Sistema de Gestión incapaz de adaptarse a nuevos cambios ➔ Migraciones.
Crecimientos en la actividad ➔ Ampliaciones.
Modificaciones esenciales de la instalación ➔ Cambios en los modelos de consumo.
Además un almacén automático es un sistema poco flexible. Funciona bien bajo unos parámetros concretos iniciales pero cuando alguno de estos parámetros presenta desviaciones el sistema deja de responder adecuadamente y hay que actuar. Estas desviaciones las pueden producir los siguientes aspectos: Incremento del número de referencias. Cambios en la morfología de los pedidos. Cantidad de líneas/pedido Cantidad de unidades/línea Adición de rutas de reparto. Adición de canales de distribución. Introducción de pedidos de e-commerce.
Los integradores en general no están capacitados ni dimensionados para acompañar a sus clientes en el ciclo de vida útil de sus instalaciones automáticas. Este acompañamiento exige conocimientos profundos de logística interna, automatización y sobre todo, capacidad para reaccionar de manera rápida y resuelta.
Observamos además que el mantenimiento proporcionado por el integrador suele ser caro y el nivel de servicio poco efectivo.
El aspecto más crítico es que el usuario depende enteramente del integrador para llevar a cabo aspectos triviales en su operativa de trabajo diaria. Para llevar a cabo operaciones como las siguientes debe pasar por el SAT de la empresa instaladora:
Resetear una zona operativa concreta
Mover una unidad de carga a través del SGA o el MFC
Dar de baja una unidad de carga y etiquetarla de nuevo
Eliminar unidades de carga del sistema
Eliminar ubicaciones virtuales en el sistema de transportadores que se generan durante la operativa diaria
Además, los dispositivos instalados de origen suelen ser cautivos por el Firmaware (el programa que maneja físicamente el dispositivo) y algunos repuestos son exclusivos del instalador. Esto, en efecto, conlleva que el coste de estos repuestos sea desorbitado.
¿Cómo lo hacemos?
Trabajando ‘tramo a tramo’ en zonas lógicas previamente definidas durante las franjas horarias sin actividad operacional.
El modelo ‘tramo a tramo’ se lleva a cabo del siguiente modo:
1. Se desconectan las zonas definidas durante los tiempos de parada de la instalación
2. Se instala el nuevo programa de control
3. Se añaden nuevos componentes y se enlazan al nuevo programa de control
4. Se hacen las pruebas de pruebas de funcionamiento y comunicaciones
5. Se comprueba que todo está funcionando correctamente
6. Se vuelve a conectar con los valores de inicio para que se continúe con el trabajo diario
7. Una vez el tramo o tramos están totalmente probados se desconecta el sistema antiguo y se pone en servicio la nueva configuración.
8. El sistema ha quedado liberado.
¿Cómo se justifica actualizar una instalación automática?
Cuando el grado de dependencia no permite avanzar a la empresa usuaria del sistema. El coste para acometer la actualización es desproporcionado. El plazo de entrega de la modernización es demasiado largo. Cuando la relación entre usuario e instalador no es sostenible. Cuando el la cantidad de errores/día es elevada. Cuando la relación calidad/precio de los contratos de mantenimiento no está acorde al servicio prestado. Cuando el coste de actualizar se retorna en un plazo de tiempo estipulado. Cuando los costes operativos crecen debido a paradas por fallos. Cuando la disponibilidad del sistema se aprecia en peligro. Cuando la productividad decrece.